He leído en muchas ocasiones que la ingesta de las llamadas calorías vacías no conviene. Se trata de alimentos que solo aportan calorías. Nada de nutrientes como vitaminas y minerales (micronutrientes), carbohidratos, proteínas o grasas (macronutrientes). Su abuso propicia el aumento de peso.
Las bebidas de alta graduación alcohólica, los refrescos, salsas precocinadas, los snacks y el azúcar figuran entre sus principales exponentes.
“Los alimentos que aportan calorías vacías están en el punto de mira de todos los organismos responsables de las políticas de salud. Sus particularidades nutricionales los convierten en alimentos superfluos, de forma que su consumo debe ser ocasional”, señala la página especializada webconsultas.com.
El aumento del consumo de alimentos hipercalóricos puede traducirse en un desequilibrio energético, sobre todo si está presente la baja actividad física, que propicia, además de sobrepeso y obesidad, enfermedades como la hipertensión, la diabetes o la hipercolesterolemia.
La alimentación es un aspecto clave. Si podemos llevarla de forma balanceada se logra mantener por un lado el peso corporal correcto y por el otro cumplir con los requerimientos nutricionales que permitan el adecuado funcionamiento del organismo. Y en este sentido, los corredores requieren altos valores energéticos para movilizarnos con fuerza. Por eso es que hay que evitar caer en la tentación de las calorías vacías.
Antes de finalizar estas líneas quiero dejarle cuatro alimentos que están en la acera contraria.
- Las semillas y frutos secos. Pueden ofrecernos una buena dosis de energía de forma concentrada, pero también fibra.
- Frutas como los cambures o las manzanas.
- La avena.
- El aguacate en una ensalada o untado sobre una tostada.
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