Caracas.- Las lesiones, dependiendo de su magnitud, muchas veces nos sacan de los entrenamientos. Suele suceder con las de tipo óseas, como una fractura o una lesión articular. Hay ocasiones, sin embargo, en que podemos seguir activos, a pesar de las molestias, y tal vez superar la lesión sin dejar de correr.
Es fundamental conocer si la lesión se encuentra en una fase avanzada, porque si los días pasan y la molestia no desaparece o se intensifica, hay que parar. Igual hay que hacerlo si hay dolor al caminar que dificulte el desplazamiento normal.
Ahora, ¿cuáles son las rutinas que debemos evitar al correr cuando se está lesionado? A continuación tres consejos primordiales a tener en cuenta, sin obviar que la última palabra siempre la tienen los especialistas:
- Descarta aquellos entrenamientos de velocidad y de gran intensidad, ya que sobreexigen el cuerpo. Salir a trotar muy despacito va en ese camino.
- Reduce el volumen total de tus entrenamientos. Hay que bajar la cantidad de kilómetros semanales a un 50 o 75% de lo que se venía haciendo. Es clave escuchar el cuerpo.
- Cambia el asfalto por la grama o tierrita
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