Los corredores deben incluir el masaje en su plan de entrenamiento y convertirlo en algo planificado, no excepcional. No hay que olvidar que es un medio terapéutico que ayuda a recuperar y en caso de lesiones a calmar el dolor y lograr mejorar.
Para el kinesiólogo Nelson Plaza, egresado de la Universidad Central de Ciencias Aplicadas al Deporte de Moscú y fisioterapeuta del Instituto Profesional Terapéutico de Los Ángeles (Estados Unidos), la efectividad de un masaje depende de factores como su duración, la frecuencia con que el atleta se los realice y la presión que le imprima el especialista.
“Un masaje no debe doler. Si presiono en demasía, el músculo se va a contraer como un mecanismo de defensa. Un masaje debe ser profundo, pero no doloroso”, dijo.
Plaza (IG @terapia_muscular) es de los que cree que se debe permitir al organismo que se restablezca en forma natural.
El masaje y los desgarres
El desgarre muscular (también denominado tirón) se produce cuando un músculo o un tendón (el tejido resistente que une el músculo con el hueso) se estira demasiado o se rompe. De acuerdo a su nivel de gravedad los hay de tres tipos:
- Primer grado – daños leves de las fibras musculares
- Segundo grado – rotura parcial de las fibras musculares
- Tercer grado – rotura total de las fibras musculares
Los músculos de la pantorrilla, cuádriceps, isquiotibiales y paravertebrales
Dependiendo del nivel del desgarro se definirá el tratamiento.
Para Nelson Plaza, un masaje puede ayudar a mejorar el desgarro, pues permitirá que drene el líquido que genera la inflamación en la zona afectada.
“No hay que impedir con hielo el desarrollo de la lesión. El hielo desacelera el proceso de sanación”, sostuvo, al tiempo de agregar que al igual que para un desagarre, el masaje también es conveniente en caso de periostitis tibial (inflamación de la membrana que cubre la tibia, en la cual se insertan los músculos tibiales).
¿Qué es el nervio ciático?
El nervio ciático tiene su origen en la médula espinal. Baja a través de las caderas y las nalgas hasta ramificarse en las piernas. Controla los músculos de la parte posterior de la rodilla. Es el responsable de la sensibilidad que tienen algunas partes del muslo, la región inferior de la pierna y la planta del pie.
Cuando hay una lesión o compresión sobre el nervio ciático se produce dolor, entumecimiento, hormigueo o debilidad en la espalda, las nalgas y las piernas.
Ante esta situación, el masaje es muy efectivo porque permite bajar la tensión de esa musculatura.
“El masaje debería ser parte estructural de todo programa de entrenamiento de cualquier atleta, esto es, debería ser un medio de trabajo dentro de su entrenamiento. No vale hacerlo dos días antes de la competencia sino de manera constante, que el cuerpo no responda ante un agente extraño -el masaje- sino que se acostumbre a él”, subrayó Plaza, creador de la Unidad de Gimnasia Correctiva de Caracas.
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