Los deportes al aire libre exponen la piel a múltiples factores que pueden deteriorarla. La mayoría de los corredores se pueden ver afectados por la inclemencia del sol. Por ello es clave el uso de protectores.
Los hay de dos tipos: los de protección química y los minerales. Los primeros contienen agentes químicos derivados de las benzona que deben aplicarse 20 minutos antes de los entrenamientos. Deben penetrar para surtir efecto. Los minerales (dióxido de titanio y óxido de zinc) son más espesos y dejan una película blanquecina. Funcionan como una especie de pantalla física mineral que rebota los rayos del sol. Se pueden colocar inmediatamente antes de salir a entrenar, pues no necesitan penetrar la piel. Se recomiendan para pieles sensibles y con acné.
Para la dermatóloga Nilde Costante @fitdermom los protectores deben usarse diariamente, haga frío o calor. Tienen que ser resistentes al agua y a la sudoración. Su factor de protección debe ser 30 o más y de amplio espectro, en este caso que protejan de los rayos UVA y UVB.
Y es que los rayos ultravioleta se dividen en UVA, UVB y UVC, pero estos últimos no llegan a la Tierra al ser bloqueados por la capa de ozono. Los UVA alcanzan toda la superficie de la Tierra, sin importar el clima o la nubosidad. Constituyen el 95% de la radiación de este tipo. Es capaz de penetrar hasta las capas más profundas de la piel, generar radicales libres y provocar alteraciones celulares que causan envejecimiento, manchas e incluso melanomas.
Mientras, los UVB constituyen el 5% de la radiación ultravioleta que nos llega del sol. Tienen un alto poder de penetración y son capaces de provocar quemaduras y alergias. También afectan al sistema inmune y a la córnea que los absorbe con facilidad. Los UVB causan melanomas o cáncer de piel.
La especialista sostuvo que la luz azul de computadoras y celulares pueden acentuar las manchas de piel, por lo que la protección no solo debe colocarse al salir a entrenar a parques o plazas.
Los entrenamientos al aire libre deben evitarse entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, pues es el lapso en que los rayos solares inciden más directamente.
La protección debe reaplicarse cada 80 minutos.
Manchas por rozaduras
La hidratación de la piel debe ser diaria y formar parte de la línea de cuidados. Para evitar aplicarse muchos productos, conviene usar un jabón neutro al levantarse y luego el protector. Después de la corrida recomienda Nilde Costante toda la rutina de cuidados de la piel. Esto implica limpieza, hidratación y protección solar.
Para pieles secas o maduras hay hidratantes más nutritivos y cremas/gel para pieles grasosas o con tendencia al acné.
Para evitar las rozaduras, que generalmente se producen en pies, entrepiernas o por el brassiere, hay que aplicar vaselina o usar protección tipo barrita. Una vez que estas se producen pueden generarse manchas post inflamatorias que desaparecen con el tiempo en caso de que no haya más roce. En el mercado también existen cremas despigmentantes y hay ciertos tipos de peeling para eliminar las manchas.
Expresó que antes de los entrenamientos debe evitarse el maquillaje, porque junto al sudor y el protector pueden tapar los poros, generar acné o acentuar ciertas dermatosis. Añadió que en el mercado hay protectores con color.
“Los cambios hormonales tienden a resecar la piel y a mancharla por la exposición solar. Las menopáusicas deben buscar orientación dermatológica sobre el tipo de crema hidratante a utilizar y las que puedan ayudarles a promover el colágeno y evitar el fotoenvejecimiento. Hay que estar consciente de la protección diaria y de su reaplicación cada tres horas”.
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