Caracas.- Cada vez más la delincuencia toma los espacios de los ciudadanos. Aunque no es la primera vez, lo ocurrido este fin de semana en El Picacho, Parque Nacional Waraira Repano, llena a la gente del bien común, deportista o no, de una profunda indignación.
Unas veces es por Sabas Nieves, La Julia o el cortafuego. Otras veces por la Piedra del Indio o Pico Oriental. Lo cierto es que nuestro Ávila está siendo destruido. Desde El Calvario veía este sábado como su ala oeste está siendo tomada cada vez más por invasiones y los cada vez más reducidos espacios para el esparcimiento también van siendo tomados por los bandidos. La pregunta es: ¿Qué pasa con las autoridades llamadas a cuidar este pulmón capitalino?
Este domingo una banda integrada por al menos cinco antisociales perpetró varias emboscadas contra grupo de excursionistas que se movilizaban hacia El Picacho o que habían pernoctado en la zona.
Primero se habló de 10 personas robadas, pero ya he ido conociendo que la suma se acerca a unos 30 afectados. Los antisociales los despojaron de teléfonos celulares, cámaras fotográficas, dinero en efectivo y prendas deportivas. Luego huyeron del lugar.
Los relatos hablan de delincuentes muy jóvenes armados con pistolas.
El robo fue denunciado en el puesto de Guardaparques de Pajaritos.
A pesar de esta terrible situación hay que seguir ejercitándose, pero hacerlo sin ningún tipo de prenda u objeto de valor. El llamado a las autoridades es a tomar esos espacios y custodiar a los ciudadanos.
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