Los exteriores del American Airlanes Arena fueron el pasado domingo el punto de partida de 20.000 corredores de 80 nacionalidades que participaron en la edición 17 del maratón y media maratón internacional de Miami.
Pasadas las 6 de la mañana de dio la salida por bloques, con diferencias entre cada uno de cinco minutos aproximadamente.
Con una temperatura alrededor de los 18 grados, una humedad del 100% y vientos por momentos algo intensos, se dio la largada de este evento, donde se podían observar a decenas de venezolanos con su número al frente y muchos otros de espectadores.
Sin duda, una carrera muy bien organizada, señalizada, con puntos de hidratación cada dos kilómetros y un recorrido que combinaba tramos en plano con otros más quebrados, algunos leves ascensos y descensos, además del puente inicial y luego el de Brickell en ambos sentidos. Su medalla, la mejor. Creo que no hay maratón en el mundo que pueda equiparar en belleza y diseño a la de Miami. Tal vez la de Disney y seguramente la de un mundial o juegos Olímpicos, pero ni siquiera la de «majors» como Berlín, Londres o Tokio.
Fue una experiencia muy gratificante, donde antes que nada debo agradecer a Avelina por haberme considerado para conformar su team. Excelente la atención que en todo momento le brindaron a los venezolanos que viajaron desde Caracas, al igual que a los residenciados en Miami.
También fue muy placentero reencontrarse con muchos maratonistas venezolanos que por una u otras razones han dejado al país, y que a pesar de lo difícil que puede ser reinventarse en otras latitudes, continúan sacando tiempo para entrenar y competir.
Si algo me dejaron los compatriotas que ahora hacen su vida en el estado de la Florida es su lucha diaria por un futuro mejor y su añoranza por lo que debieron dejar atrás.
En la prueba de 42 kilómetros 195 metros, el keniata Ezekiel Kipsang, de 22 años y quien debutaba en Miami, fue el primero en llegar a la meta con un tiempo de 2h16m36s, seguido de su compatriota Jacob Chemtai, con 2h19m12s y el etíope Teklu Deneke, con 2h25m27s.
“Era la primera vez que corría en Miami. Las condiciones estaban buenas y pude ganar con comodidad’’, sostuvo Kipsang.
Entre las chicas se impuso la estadounidense Kate Landau, de 42 años, con 2h37m48s.
El también keniata Isaac Mukundi ganó en la Medio Maratón y lo hizo por centésimas ante el ugandés Dominic Korir. Ambos finalizaron con 1h06m51s. En tercer lugar llegó el estadounidense Fernando Cabada, de Denver, con 1:08:12.
“Fue una carrera muy peleada, sentí la fuerte humedad, pero pude resistir. Le dediqué la carrera a Samuel Wanjiru (primer oro olímpico de Kenia en maratón), quien fue mi mentor”, indicó Mukundi.
La canadiense de Montreal Melania Myrand se llevó el triunfo en los 21K. Fue escoltada por Rachel Schilkowsky, de Providence, Rhode Island, y tercera fue la mexicana Margarita Quintero Petris.
En el trayecto grupos musicales animaban a los participantes, así como personas apostadas en las calles con carteles y campanas.
Llamó mucho mi atención la cantidad de personas que seguían llegando después de las 7 horas. Los efectivos policiales y voluntarios se mantenían en el control de las vías, aunque ya algunas sin cierres totales. Y el público aplaudiéndoles su titánico esfuerzo.
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