Leía con detenimiento el escrito de la Dra. Naysan Álvarez @soycardiologo sobre el estudio que se realizó a 138 maratonistas entre 21 y 69 años que se preparaban para su primer maratón, que reveló una disminución arterial de cuatro años, beneficios que se acentuaban si el ritmo de carrera era más lento y más edad se tenía.
La investigación, publicada bajo el título “El entrenamiento para un maratón por primera vez revierte la rigidez aórtica relacionada con la edad”, reunió a esta cantidad de corredores sanos no entrenados (49% hombres) que por seis meses se sometieron para prepararse para el maratón de Londres.
La evaluación antes del entrenamiento y dos semanas después del maratón incluyó la presión arterial central (aórtica) y la rigidez aórtica mediante “la distensibilidad por resonancia magnética cardiovascular. La «edad aórtica» biológica se calculó a partir de la relación cronológica de referencia entre la edad y la rigidez”.
El programa de entrenamiento semanal fue bastante corto para lo que amerita un maratón, en este caso osciló entre seis y 13 millas, unos 10 a 21 kilómetros.
A medida que transcurren los años de vida, el envejecimiento aumenta la rigidez aórtica y contribuye al riesgo cardiovascular incluso en personas sanas. No obstante, entrenar y completar un maratón incluso con una intensidad de ejercicio relativamente baja reduce la presión arterial central y la rigidez aórtica, lo que equivale a una reducción de aproximadamente 4 años en la edad vascular, según concluyó el estudio, que además observó un mayor rejuvenecimiento en personas mayores y más lentas.
El estudio, publicado a inicios de este año en el Journal of American College of Cardiology, destaca el hecho de que los cambios en el estilo de vida reducen parte del riesgo asociado al envejecimiento y que no se es demasiado mayor para comenzar a incorporarlos.
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