Bernardo Guinand Ayala es un entusiasta corredor que ha convertido el maratón virtual de NY, que en Venezuela se correrá principalmente el 1 de noviembre pero que en otras latitudes comenzó desde este sábado 17, en un evento para correr y ayudar a otros.
En un año tan complejo por la COVID-19, los deportes al aire libre se han mantenido con un riesgo relativamente bajo si se toman en cuenta todas las medidas de bioseguridad pertinentes como el distanciamiento social y evitar entrenamientos multitudinarios. Han sido clave para que muchos se hayan podido mantener activos, sanos y con foco en objetivos y sueños.
“En 2020 quería correr NY y hacerlo pro-fondos de la Fundación Impronta, una institución que fundé en 2017 con el propósito de generar oportunidades que ayuden a transformar la vida de niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Los grandes maratones del mundo se han convertido en grandes eventos de recaudación para obras sociales pues muchísima gente corre con un propósito o por una causa”.
Dado que la pandemia alteró los planes de muchos y porque quería hacer un 42K este año corrió la voz entre su grupo de corredores para seguir entrenando. En el camino surgió el Reto Impronta 42K, “un maratón virtual con propósito real”, en el que los participantes pueden realizar esa mítica distancia en solitario o en equipos.
“La idea es poder participar cada quien con la distancia que pueda y hacer llegar a más gente el mensaje de nuestra fundación. Y de esa manera poder recaudar los recursos necesarios para impulsar nuestro plan deportivo en Caucagüita, sector donde hemos focalizado nuestro esfuerzo. En fin, además de hacer algo saludable, de plantearnos un reto realizable, podemos entre todos colaborar con esta causa a través de las inscripciones, así como con aportes adicionales que los corredores y sus familiares o amigos puedan hacer”.
El maratón: Un gran desafío pero alcanzable
Deportista desde muy chamo, Bernardo se inició ya entrado en años en estas lides. Como muchos se montó en la ola de las carreras de 10K que llenaron las calles y avenidas de Caracas alrededor de los años 2010 y en 2013 se inscribió el último día en la media maratón de CAF, con la vista ya puesta al año siguiente en el maratón, que lamentablemente fue cancelado por los acontecimientos políticos del país. Le tocó estrenarse en 2015 en la distancia.
Y lo hizo por su cuenta. Sin grupo ni entrenador. Pudo cruzar la meta del maratón CAF, pero después de sufrir bastante. Esa fue la edición que se corrió a finales de abril y con una ola de calor que llevó al retiro a muchos. Corrió acalambrado desde el kilómetro 22 y al finalizar dijo que más nunca regresaría a la distancia. “Pero la semana siguiente mi hermano – que había hecho sus primeros 21k – me dijo que quería correr un maratón en 2016 y nos volvimos a inscribir. Corrí CAF de nuevo y por primera vez también fuera de Venezuela, en Buenos Aires. De allí no he parado de correr 1 o 2 maratones por año, cada uno de ellos una experiencia y odisea diferente. He hecho amigos, aprendí a correr en grupo, a buscar entrenador (Prof. Eduardo Navas de Citlali Motion) y procurar hacer algo más que correr, aunque el fortalecimiento sigue siendo mi debilidad”.
“Básicamente el running me ha dado nuevos buenos amigos después de adulto y un estilo de vida sano que me motiva. Adicionalmente, siento que en tiempos de tanta incertidumbre como los que vivimos en Venezuela desde hace años, prepararte para un maratón se ha convertido en un desafío grande pero alcanzable y ese logro es algo que psicológicamente me ha ayudado muchísimo a superar adversidades en estos tiempos”.
Guinand ve que las carreras virtuales han sido una bendición para la Fundación, porque gracias a esta nueva dinámica han podido organizar este evento, que seguramente a nivel de costos hubiese sido muy difícil de manera presencial y que además ha servido para conectar a venezolanos alrededor del mundo. Al menos corredores de más de 16 países y 30 ciudades estarán en el #RetoImpronta42K.
“Las virtuales nunca serán lo mismo que congregarte junto a miles de personas alrededor y la adrenalina que ello conlleva, pero han sido también un descubrimiento adaptado a lo que estamos viviendo a nivel mundial. Representan la terquedad del ser humano por seguir, reinventarse, enfrentar las adversidades con creatividad. Faltará el roce, la gente gritando, la posibilidad de pisar nuevas calles… pero no me puedo quejar, pues esto que estamos logrando ha sido maravilloso”.
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