Para rendir en una carrera muchos factores intervienen. Una buena respiración es clave, pues es uno de los insumos fundamentales para alimentar el cuerpo y que funcione en forma óptima. Una buena técnica de respiración retrasa la fatiga.
A continuación cuatro sugerencias a tener en cuenta:
Inhalación pausada: Lo correcto para un corredor es inhalar por la nariz y por la boca simultáneamente, y botar el aire por la boca pausadamente. La técnica perfecta es dejar los dientes ligeramente abiertos y respirar con boca y nariz con inhalación lenta.
Diafragma: Hay que inhalar para llenar el diafragma y no el pecho. Esto requiere entrenamiento y concentración para lograrlo. Debes practicarlo con series de 5 minutos mientras corres, e ir con los días subiendo el tiempo hasta que este gesto de respiración sea algo normal en carrera.
Ritmo al respirar: En carreras es fácil perder la concentración y con ello el ritmo. Una forma de evitar esto es sincronizar la respiración al ritmo de los pasos, como lo hacen los nadadores que respiran al ritmo de su brazada. Lo correcto es inhalar pausadamente 3 a 4 segundos y exhalar 3 segundos. Este estado de concentración, además, logra que la mente se aleje de las señales de dolor naturales de cualquier carrera de larga distancia y ayuda a que no disminuya el ritmo de carrera.
Respiración profunda: Los nervios provocan cambios en los patrones de carrera y hacen que el fondista aprete los puños o suba los hombros, lo que conlleva a dolores y fatigas musculares. La respiración y exhalación más profunda que una normal ayuda en estos casos a la relajación corporal durante una carrera. Durante la exhalación profunda debes concentrarte en liberar toda la tensión en los brazos agitándolos, abriendo y cerrando las manos y moviendo los hombros en rotaciones. Hazlo en diferentes tramos de la carrera hasta que te sientas relajado con tus patrones de movimiento y corporales.
No es fácil entrenar la respiración pero estos tips pueden ser un paso en ese sentido.
Fuente: www.marathonranking.com