Las corridas largas, fondos o largos, no importa cómo los llamemos, constituyen una pieza clave de los entrenamientos para una media o un maratón. Hay varios aspectos que son importantes tener muy en cuenta para que ese largo cumpla su objetivo. Un trabajo que acaba de publicar Espnrun hace referencia a algunos aspectos que valen la pena destacar.
1.- Deben realizarse a ritmo suave, parejo y de larga duración. Estos permiten desarrollar una resistencia aeróbica, que ayuda a fortalecer el corazón, mejorar la capacidad pulmonar y aprovechar mejor el oxígeno por parte de los músculos.
“Tener una buena resistencia aeróbica mejora la presión arterial y contribuye a disminuir las pulsaciones en reposo, lo que equivale a un corazón fuerte y sano”.
2.- Las corridas largas fortalecen los músculos y los prepara para enfrentar grandes esfuerzos sin caer en calambres y contracturas. Adaptar el organismo a sesiones extensas lo vuelve cada vez más fuerte para enfrentar esos objetivos.
3.- Las mitocondrias son responsables de generar la mayor parte de la energía química necesaria para activar las reacciones bioquímicas de la célula. Los largos ayudan a elevar su número y tamaño constituyéndose en fuente inagotable de energía para los músculos.
4.- Con los trabajos de fondo, el cuerpo aprende a usar más eficientemente a las grasas como otra fuente de energía, además de los carbohidratos. Las primeras veces que el cuerpo toma estas reservas como combustible puede sufrir una sensación de agotamiento y mareos. Por eso es importante hacerlo en progresivo.
5.- La corrida debe ser a ritmos suaves, cómodos. No se trabaja la velocidad, sino la resistencia. Más que el número de kilómetros hecho, lo que interesa es el tiempo. Una vez a la semana es suficiente. En el resto de los días, dependiendo de la etapa de la preparación, se efectúan otros tipos de trabajo.
Fuente: www.espnrun.com
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