En estas fechas navideñas son muy frecuentes las celebraciones con la familia y amigos, que suelen girar en torno a la comida y al alcohol. Como siempre, el balance y la moderación son claves para no sabotear tu composición corporal ni tus objetivos deportivos.
La nutricionista y corredora Andrea Gilmond comparte 10 datos curiosos que deben conocer en relación con el alcohol.
- Las bebidas alcohólicas tienen un aporte de calorías importantes (7 Kcal/g) y aunque 2 o 3 tragos quizás no afecten mucho, si bebes en exceso, vas a estar añadiendo un montón de calorías vacías (pobres en nutrientes) a tu ingesta diaria.
- El alcohol NO se convierte en grasa. Sin embargo, se absorbe rápidamente en el tracto gastrointestinal y se distribuye a todos los tejidos. Como no hay un lugar donde se pueda “almacenar”, el alcohol se convierte en la fuente de energía PRINCIPAL, es decir, la oxidación de grasa está inhibida al igual que el metabolismo de carbohidratos y por ende no se utilizan y seguirán almacenados.
- Contribuye a la deshidratación ya que actúa suprimiendo la acción de la hormona antidiurética causando que se deseche el agua del cuerpo a través de la orina, razón por la cual cuando se toma en exceso se va muchas veces al baño.
- Varios estudios indican que a pesar de que no se ha podido demostrar científicamente que el alcohol afecta la recuperación post-ejercicio, especialmente la síntesis de glucógeno (tanque de energía), sí se ha podido observar que los atletas no consumen las cantidades de comida necesarias para que se puedan recuperar exitosamente, además la comida que suele haber alrededor del alcohol suele ser poco saludable.
- El exceso puede contribuir a la desinhibición social, pérdida del control motor y mal comportamiento.
- Los acompañantes de las bebidas alcohólicas pueden hacer una gran diferencia, por esta razón si vas a consumir bebidas destiladas como whiskey, ron o vodka acompáñalas con agua o soda en vez de jugos, refrescos o agua tónica (contienen azúcar). En vez de sangría prefiere un tinto de verano (vino, soda y limón).
- Evita los cócteles como margaritas, mojitos, daiquirís, además de bebidas a base de crema o leche como el Baileys y ponche crema, presentan un exceso de azúcar y grasa.
- La cerveza al contrario de lo que la mayoría de las personas suponen, no es que sea muy alta en calorías, de hecho, una cerveza está alrededor de 86 Kcal; sin embargo, se suele consumir más cantidad en comparación de una bebida destilada por su bajo contenido de alcohol. En pocas palabras si comparar el consumo de cerveza vs. el de vodka, este último suele ser menor.
- Toma un vaso de agua entre cada bebida alcohólica, de esta manera evitarás la resaca, ayudas a tu cuerpo a metabolizar el alcohol y consumirás menos al final de la noche.
- Moderación entre comida y bebida. Elige tus indulgencias. Si eres de las personas que disfruta más de la comida que de la bebida, limita la cantidad de tragos. Si eres de las personas que disfruta más de los tragos, consume porciones ajustadas y prioriza las proteínas y los vegetales.
¡Feliz año nuevo para todos! SALUD
Contacto: Nutricionista Andrea Gilmond @eating4winning
Twitter, Instagram y Facebook: @42kilometros
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