Como excelente han calificado los corredores la iniciativa del profesor Carlos Pino (@jimmyelruso) y su team Estrellas Olímpicas de Venezuela de señalizar el cortafuego, cada 500 metros, desde San Bernardino hasta Chacaíto.
Creo que acciones como esas contribuyen a sumar y a ofrecer a los corredores un mejor espacio para entrenar, más cuando ese tramo del vasto Parque Nacional El Ávila es usado por cientos de personas para prepararse para sus competencias o simplemente como entrenamiento sin fin competitivo.
“El coach pensando en la comunidad de corredores que hacen vida en la ciudad, sin interés alguno, les hizo este maravilloso regalo increíblemente útil. Felicitamos al coach Pino y al grupo vespertino Estrellas olímpicas de Venezuela por tan estupenda iniciativa. Hacemos un llamado a la comunidad de “running” de cuidar y proteger este legado”.
A comienzos de la pasada semana leí ese mensaje en las redes sociales. Dos días después conversaba con el profesor Pino y me dijo lo siguiente: “Ernesto sabes que se están robando las señalizaciones”.
Cuando uno escucha denuncias de ese tenor no hay explicación que valga. ¿Cuál es el daño que pueden causar señalizaciones de ese tipo? ¿Por qué llevarse esas minúsculas vallas que tanto benefician, sobre todo a las personas que corren sin reloj?.
Nuestro país necesita cada vez más gente que sume, que respete y cumpla las normas, que ayude a humanizar nuestra ciudad, no que destruya lo que otros con esfuerzo llevan adelante. Venezuela demanda en resumidas cuentas mejores ciudadanos. Y todos debemos trabajar con ese norte.
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