La ola de frío que se observa en algunos países dificulta los entrenamientos en parques, calles o en espacios al aire libre. En Caracas y en algunas regiones de Venezuela, el mes de enero y febrero ha presentado temperaturas bajas en relación con el promedio del año.
Una de las consecuencias directas del frío es que disminuye la humedad nasal. Los cornetes crecen y el espacio productivo para respirar se reduce, lo que obliga a que respiremos por la boca. ¿Sabías que aire caliente y húmedo facilita el intercambio aéreo en los pulmones? Y esto no sucede cuando se respira por la boca.
La Dra. Sajidxa Mariño, directora del centro otorrinolaringológico Respira Libre, cuyo procedimiento pionero de cirugía con láser diodo en consultorio ofrece una alternativa a cualquier problema respiratorio en niños y adultos, recomienda que ante el aire frío hay que cubrir la nariz y la boca, con el fin de que previamente se caliente y humedezca. Igual es clave abrigar el cuello para que entre al cuerpo con más temperatura.
“Aumentar la ingesta de líquidos es otro consejo importante, debido a que contribuye a humidificar el aire”, dijo.
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En el caso de los adultos mayores que viven en Caracas recordó que con el aumento del viento, el descenso de la temperatura y el florecimiento del Capín Melao, que cubre extensas áreas del parque Nacional El Ávila, es muy probable aumente el polen y las reacciones alérgicas.
Tienden a padecer de una reacción llamada “Rinitis Vasomotora” que genera cambios en la consistencia del moco, aumenta su cantidad y espesor, con probabilidad de estancarse en las vías respiratorias, lo que puede generar infecciones y al final del camino bronquitis y neumonía.
En estos casos Mariño aconseja lavados nasales para evitar el estancamiento de las secreciones.
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