Hace unos años leía el libro Correr con los keniatas y una de las fortalezas de estos destacados corredores está en el sueño. Destinan muchas horas a dormir. Creo que sin importar el nivel del atleta la trilogía del éxito de cualquier deportista gira en torno a tres aristas: entrenamiento, alimentación y descanso.
El equilibrio perfecto entre entrenamiento y recuperación lleva a un corredor hacia un mayor nivel de aptitud. Por lo tanto, los corredores deben tener en cuenta que cuanto mayor sea la intensidad del esfuerzo, mayor será la necesidad de la recuperación.
La mayor parte de los corredores sabe que la privación del sueño perjudica la actividad inmune y la función cerebral. Además influye negativamente en la fisiología que es fundamental para el rendimiento del corredor. Esta situación también afecta el metabolismo de la glucosa y el estado de cortisol.
Más allá de las complejidades del sueño, está comprobado que dormir mal por la noche disminuye la resistencia aeróbica y aumenta la percepción del esfuerzo, y puede conducir a mayores niveles de cortisol, la hormona que se libera como respuesta al estrés, a una disminución de la actividad de la hormona de crecimiento humano (que está activa durante la reparación de los tejidos), y un empobrecimiento en la síntesis de glucógeno. Esto es muy importante debido a que la glucosa y el glucógeno (glucosa almacenada en el organismo) son las principales fuentes de energía para los corredores.
Almacenar la glucosa en el músculo y en el hígado es particularmente importante para los atletas de resistencia. Aquellos que duermen mal tienen una actividad de almacenamiento de glucógeno más lenta, y por lo tanto, una menor reserva del combustible. Está comprobado que los niveles elevados de cortisol pueden interferir en la reparación de tejidos. Con el tiempo, esto podría terminar en sobreentrenamiento y lesiones por estrés.
Para cualquier corredor el sueño adecuado durante los días de la semana y antes de una competencia es indispensable, y constituye parte del llamado «entrenamiento invisible”.
Fuente: espnrun.com