Las zapatillas son la herramienta principal de los atletas para poder entrenar cómodos y protegidos de lesiones. Para que el calzado dure y no pierda sus propiedades es muy importante que lo cuides y aprendas cómo limpiarlo. Por eso, te damos algunos consejos para que extiendas la vida útil de tu calzado deportivo.
1.- Déjalo secar después de los entrenamientos. Luego de cada entrenamiento, deja tu calzado en un área ventilada y con sombra. Nunca intentes secarlo con un secador de pelo, ni la luz solar. Exponerlas al calor puede deformarlas o, incluso, encogerlas.
2.- Límpialo por fuera. Si entrenaste bajo la lluvia, en arena o en el barro, limpia tus zapatillas suavemente con un cepillo. Cuidado con cepillarlas demasiado fuerte en seco, ya que puedes dañar la capa externa del calzado. Otra opción es limpiarlas con un paño húmedo sobre el cuero o el material externo de la zapatilla.
3.- Limpieza general. Si es hora de lavarlas por completo, una opción es ponerlas en el lavarropas. Para que la máquina lavadora no arruine la confección del calzado puedes meterlas dentro de una bolsa de tela o la funda de una almohada. Evita los productos tales como suavizantes para ropa y blanqueadores, que pueden acortar la vida útil del calzado.
4.- Lavado a mano. La mejor opción para lavar tus zapatillas sin que pierdan ninguna de sus propiedades es limpiarlas a mano con jabón blanco. Te llevará más tiempo, pero vale la pena. Ponlas en un recipiente con agua fría y déjalas reposar con jabón blanco. Saca las plantillas y lávalas por separado. Luego, enjuágalas y déjalas secar a la sombra.
Todas las zapatillas de correr tienen una vida útil. Cuando comienzan a gastarse, empiezan a perder las propiedades de amortiguación y necesitan ser reemplazadas. En líneas generales debes cambiarlas cuando ya hayas corrido entre los 600 y 800 kilómetros, aproximadamente.