Es uno de los maratones más hermosos que hay en el mundo. También muy exigente, con un desnivel positivo de 560 metros, y un trazado con espectaculares senderos. No hay que olvidar que se corre en el Parque Nacional Torres del Paine, en la patagonia chilena.
Basta colocar en Google Torres del Paine para que aparezcan frases como estas: «El Parque Nacional Torres del Paine se encuentra en el extremo sur de Chile, en la Región de Magallanes y la Antártica chilena. Fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1978 y es considerado el parque nacional más importante de Chile. Sus mayores atractivos radican en la espectacularidad de su relieve, montañas, glaciares, lagos y la flora y la fauna que lo convierte en un sitio ideal para la práctica del ecoturismo y de deportes aventura».
En ese escenario, los venezolanos Lenín Moya, Arturo Cuicas, Celso González Marsal y Vanesa Cáceres lograron cruzar la meta y demostrar que los sueños se pueden hacer realidad.
«El maratón de la Patagonia vino a marcar un antes y un después. Fue mi maratón número 53 y el primero presencial después de un largo periodo de eventos suspendidos por la pandemia del COVID-19, periodo que convertí, junto con otros amigos de la disciplina, en una oportunidad para sumar maratones de manera virtual.
Este maratón es maravilloso, te reta una y otra vez, puede distraerte con sus impresionantes paisajes, pero te doblega con sus altibajos en el relieve, que te engaña una y otra vez, porque cuando piensas que has llegado a la cima justo puede venir otro ascenso escondido o una bajada que solo te desmaya las piernas», sostuvo Lenín Moya.
A pesar de lo complejo de la ruta, el chileno Pedro Rodríguez Marín pudo bajar de las tres horas y ocupar lo más alto del podio. Finalizó en 2h59.02, seguido por Héctor Salamanca, 2h59.50 y René Cáceres, 3h09.39. En femenino, la mejor fue la chilena Daniela Bernal Valdivia, con 3h39.27, escoltada por Rocío Cruz (Chile), 4h10.41, y la francesa Linnet Solway, con 4.11.50.
En el caso de los venezolanos, Celso González, 3h59.31, fue el primero en cruzar la meta. Detrás llegaron Lenín Moya, 4h17.36; Arturo Cuicas, 4h33.36 y Vanesa Cáceres, 5h04.41.
Expresó Moya, con quien he tenido el honor de hacer unos cuantos maratones, que cuando creías que lo único que debías dominar era la topografía para terminar el maratón, «soplan vientos que te empujan y congelan el aliento. He corrido maratones similares en dificultad en varios rincones de todo el mundo, pero este tiene todo de ellos y más».
«En todo caso tengo que agradecer al universo la posibilidad de volver a lo presencial y espero reencontrarme con mis panas de siempre en algún maratón presencial muy pronto», señaló.
La novena edición del maratón de la Patagonia de este sábado congregó, además, a competidores en 21K y en 10K. En las ediciones de 2013, 2014 y 2015, sumó la modalidad de ultra con un carrera de 60 kilómetros.
«Desde su origen ha convocado a corredores provenientes de más de 65 países, que convergen hacia el extremo sur de la Patagonia para cumplir el sueño de correr en uno de los lugares más prístinos del planeta. Es el maratón más multinacional de la Patagonia Sur de Chile», señala su organizador.
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