El mundo atraviesa una situación muy crítica por el auge de la COVID-19. Brasil (vecino) está presentando cifras recod de fallecidos diarios a nivel mundialPaíses como España, Chile o Italia acentúan las restricciones y Venezuela no es la excepción. Las autoridades nacionales, regionales y municipales están apretando las medidas y hasta multas por el no uso de las mascarillas en lugares públicos se han divulgado en los últimos días.
También en los últimos días se han hecho virales las imágenes de corredores en parques o redomas sin ningún tipo de distanciamiento y sin mascarillas. Creo que el efecto de fotografías o de videos de ese tenor impactan negativamente a los corredores. Y hablo en forma general, pues el ciudadano común está lejos de precisar si ese corredor pertenece al club “A” o al club “B”. Eso es lo de menos. Lo malo es que los corredores estamos en la mira.
Ese impacto no solo es entre personas que nada tienen que ver con nuestro estilo de vida. Muchos han sido los corredores que también se han pronunciado en privado o en público, sobre lo perjudicial que es para la salud de los mismos corredores y para nuestra reputación esas reuniones multitudinarias, unos pegaditos del otro, después de correr.
Si en algo estamos claro es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aconsejado que no se utilicen durante la actividad física intensa las mascarillas, “porque pueden reducir la capacidad de respirar cómodamente”. Estudios como el del Àptima Centre Clínic Mútua Terrassa (España) subrayan que el uso de mascarillas durante un ejercicio de mayor intensidad que caminar disminuye la disponibilidad de oxígeno en un promedio de 4% y aumenta los niveles de CO2 aspirado en 20 veces.
Aunque la OMS admite que no abundan las investigaciones sobre los beneficios y perjuicios del uso de la mascarilla mientras se hace ejercicio, el organismo que rige la salud en el mundo ha señalado que diversos estudios sí “han demostrado estadísticamente efectos perjudiciales significativos en diversos parámetros cardiopulmonares durante el ejercicio de leve a moderado en sujetos sanos y con enfermedades respiratorias”.
Sería muy aconsejable que una vez se finalice la corrida o el entrenamiento, si queremos estirar como es aconsejable después de correr o compartir un rato con los panas lo hagamos teniendo muy en cuenta que las personas asintomáticas están entre los principales transmisores del SARS-Cov-2. A veces nuestra excusa es que somos deportistas y como tal personas sanas, pero…
La revista de la Asociación Médica Americana (JAMA por sus siglas en inglés), una revista médica general de los Estados Unidos con 137 años de existencia, dio a conoce este 2021 un estudio del CDC (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades) de los EE UU que reveló que más de la mitad del total de infecciones por COVID-19, exactamente el 59%, provino de las personas asintomáticas. De ese total, el 35% de los contagios fue causado por personas infectadas que transmiten el virus antes de mostrar síntomas y el 24% restante por personas que en ningún momento de la fase aguda desarrollan síntoma.
“La medida preventiva más importante durante el ejercicio físico consiste en mantener el distanciamiento de mínimo un metro y asegurar una buena ventilación”, afirma la OMS.
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