Los contratiempos fueron muchos. La pandemia obligó a posponer la carrera en varias ocasiones. Y sabemos como corredores que algo así trastoca planes e impacta de manera negativa nuestras emociones, nuestras expectativas. Antes de tomar la decisión de pasarlo para diciembre, la cancelación definitiva fue uno de los elementos que se consideraron, pues la COVID-19 seguía con sus altibajos. No obstante tanto en Feveatletismo como entre los corredores que estamos en el comité organizador el norte era hacer nuestra IV edición.
Y finalmente el domingo llegó el maratón Caracas 42K y en forma presencial. La espera fue de casi dos años, porque la tercera edición ocurrió el primer domingo de marzo del año 2020, tres días antes de que el Gobierno Nacional tomara la decisión de restringir la movilización para controlar la pandemia.
Este domingo fue una fiesta la que se vivió en el Parque Los Caobos, en el estacionamiento del Colegio de Ingenieros de Venezuela y en algunas calles y avenidas de Caracas. Los corredores, finalmente, salieron a las 6;00 de la mañana del Parque Los Caobos para realizar su maratón, cuya ruta está avalada por la World Athletics y la Asociación Internacional de Maratones y Carreras de Distancia hasta el próximo año.
Me encantó salir a realizar mi maratón 42 en mi ciudad. Ese número, por razones obvias, es muy icónico para mí. El hecho de hacer mi 42K número 42 en Caracas, entre mis panas, después de superar un sinfín de obstáculos personales y otros tantos relacionados con la hechura del evento tenía un gran significado. Ver al pacer emérito Teddy Tovar con su vuvuzela en el estacionamiento del Colegio de Ingenieros a las 5:00 a.m. a pesar de su delicada situación de salud y a los clubes de corredores una vez más en los puntos de hidratación y de animación fue grandioso. Que Walfred Astudillo y Carabobo Runners estuvieran en El Rosal sabiendo lo complicado que es en estos tiempos movilizarse del interior me sirvió para certificar que tendríamos un gran maratón.
El balance es positivo
Organizar una carrera es muy complicado y un maratón lo es más. Y en los actuales tiempos esas complicaciones hay que escribirlas en mayúsculas, pero es ese deseo de hacer las cosas lo que mueve al mundo. Antes las autoridades nacionales, regionales y locales, Feveatletismo se encargó de que cada uno de los permisos que se necesitaban se tuvieran. Por el otro lado, los clubes se movilizaron para apoyar el maratón y los amigos de Chevron resolvieron cuando había que hacerlo para que cada punto oficial de hidratación estuviera súper apertrechado de agua. Ver en Plaza Venezuela sentido este al club de corredores Citlali Motion tan activado durante las cinco-seis horas del evento fue muy reconfortante.
En las calles, los corredores aplaudían, tocaban corneta y mostraban alguna que otra pancarta. Lástima que los vecinos de las comunidades no salieron a las calles en la misma proporción. Ese es un punto a mejorar. Hay que despertar el entusiasmo de la ciudad en ese sentido.
Muy bien que en el retorno hayan colocado una alfombra, que evitó que algún corredor recortara kilómetro. También creo que el hecho de correr a estas alturas del año fue un acierto, que debería repetirse. Aunque en la segunda vuelta el sol se puso algo picante, nunca en la misma intensidad que en marzo-abril.
Y fue una nota el entusiasmo de Smart Runners en la Río de Janeiro, que tradicionalmente suele ser algo hostil en la segunda vuelta. Ni hablar de esa bolsita de hielo que los amigos de Caracas Bajo Cero dieron a los participantes en el kilómetro 36. En la meta la sala de masajes fue realmente fantástica.
Hay algunas cosas que mejorar. La idea es seguir trabajando para superar las debilidades que se han identificado y que la edición 2022 sea una fiesta todavía mejor.
No puedo terminar estas líneas sin agradecer otra vez el apoyo de los clubes de corredores y del Ministerio del Deporte, Instituto Nacional del Deporte, Ministerio de Interior Justicia y Paz, Chevron, Gatorade, Movilnet, Policancha, Green Terminator, Respira Libre, GAUZ Sportwear, Naturgourmet, TecnoSports, Caracas Bajo Cero, el Trolly de Las Mercedes y la importadora de vinos americanos @doctorpetrus, así como de las alcaldías de Libertador, Chacao, Sucre y Baruta.
Gracias por ser parte del Caracas 42K 2021.
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