Como cualquier actividad, correr tiene sus riesgos y beneficios. Muchas veces se sale a correr en calle o asfalto, con el único pensamiento de que mejorará nuestra condición física y cardio-respiratoria.
Y es así, pero no si se hace todo los días, al no ser que el nivel sea de un atleta avanzado.
Esa capacidad del cuerpo para consumir, transportar y usar oxígeno para producir energía en un período de tiempo determinado se mejora al correr. Cuando aumentas el kilometraje mejoras la capacidad aeróbica.
Correr varias veces a la semana permite aumentar gradualmente los kilómetros. Dependiendo la distancia para la cual se entrene (un maratón, por ejemplo), un alto kilometraje semanal será clave para terminar la carrera.
No obstante hay que tener en cuenta que correr sin descanso puede conducir a lesiones, por lo que descansar y cruzar el entrenamiento con actividades como natación, bicicleta o elíptica ayudan a mantener la buena forma física.
Otro de los beneficios de correr es que permite drenar y controlar el estrés
Como no todo es positivo, el principal riesgo de correr, sobre todo cada día, es el sobreentrenamiento, lo que afecta el rendimiento y puede llevar a problemas físicos.
No hay que dejar de lado, la desmotivación. No siempre es fácil mantener elevados los niveles de motivación. Un plan de entrenamiento duro que incluya correr todos los días y genere cansancio o limite las actividades sociales puede llegar a ser mentalmente agotador y/o desmotivador.
Como toda actividad física supone un desgaste importante, hay un riesgo de lesiones por lo que hay que ser precavido en ese sentido.
Fuente: Runfitners.com
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